Una vez, soñando, hasta subí a un escenario ; no habían luces, público, ni tan siquiera un disfraz.
Allí estaba yo, a solas conmigo misma y recitando con plena viveza un amago de poesía (como muchos otros en el pasado) que tiré a la basura y mi padre recogió silencioso.
De repente, una voz fuerte y desconocida acompañó a la mia en aquel misterioso y preciso instante.
La poesía, o el amago, decía algo así: Vivir la vida no es lo mismo que estar vivo….
Años han pasado tras aquello, pero aun viajo hacia aquel teatro oscuro buscando aquella extraña compañía, tan lejana y cercana a la vez…
Y allí me siento y enciendo una pequeña luz, la de mi cuarto.
Por eso a veces digo que es bonito despertar recordando un sueño y sentir que forma parte de ti como muchos otros sueños.
Aquello duró 10 min… Después una vida entera.
¿Quieres que te lleve?… Ven.
Muy bien expresado el contenido entre lo poético, lo mágico y lo filosófico. Reflexionar encadenando ideas es un arte inmejorable para saber escribir muy bien. Y tú lo sabes hacer, Un beso amistoso y compañero.
Gracias por los ánimos y por motivarme para seguir escribiendo. Muchas veces visito mi teatro, es pequeño y probablemente alejado de la realidad. Como siempre, gracias.
Un abrazo!
En el viaje del teatro de la vida siempre somos personajes quieran o no quieran reconocerlo los demás. ¿Y los demás? ¿Importan los demás? Buena pregunta con una sabia respuesta: representa tu función y no dejes que nadie te detenga cuando estás brillando bajo la luz de las candilejas. Un abrazo sincero.
Me encantó la idea de brillar bajo las candilejas….
Así siento y percibo la realidad, como una interminable función en dónde los personajes aparecen y desaparecen al igual que el decorado. Que bueno es reflexionar.