Las dudas me duelen cuando miro a las estrellas y al amanecer las nubes lilas dejan sus huellas en mi frente llenándola de color violeta con rayas rojas. !No te vayas a preguntar a los horizontes sin razón alguna, porque puedes perderte entre la niebla!. Salgo del lugar acuoso y me adentro entre la fiesta de las calles: un leberinto de pregutnas que quedan siempre sin respuestas exactas. Todo es, solamente, un aproximamiento de vaivenes. ¿Quién habrá allí, en la loma más espesa de la vida?. Quizás sólo sea la luz que está jugando con las arboledas.
Entonces me recuesto en medio de la hierba y leo a Carpentier y sus pasos perdidos: una búsqueda alegórica para un corazón primitivo. !El mundo!. !El mundo que todavía conserva vigor creativo y variedad!. El músico que toca al fondo de la calle no puede vivir muy lejos de la civilización, aunque lo haga sólo en una esquina… porque en caso contrario tendría que empezar a ser de nuevo el bardo de las primeras centurias. Pensando en él sólo me queda escribir un breve ¿será misterio?, ¿será poder?, ¿será que tan sólo podemos ansiar un crecimiento de nuestro sentir?. Silencio. Todo es silencio. Cuando llegue de nuevo la noche se lo preguntaré otra vez a las dudas que me volverán a doler…