Me invitan hoy a a sistir a una conferencia/debate sobre Andy Warhol. Voy a a cudir gustosamente porque Andy Warhol (el neoyorkino de origen eslovaco que nació en Pîttsburg en 1928) fue el rey midas de la cultura alternativa de carácter experimental. Él encontró lo extraordinario dentro de lo ordinario y es en la cultura alternativa donde podemos, muchas veces, ver identificadoas, a un mismo tiempo, nuestras propias glorias y miserias contemporáneas.
La cultura debe ser siempre una propuesta identificadora de nuestras formas de vida, nuestras maneras de ser y nuestras posturas dialécticas para entendernos. Creamos una cultura cuando somos lo que somos y, en este sentido, la cultura alternativa (que algunos llaman contracultura equivocadamente según mi manera de analizarla) es un espejo donde podemos vernos a través de nosotros mismos y no a través de imposiciones provenientes de pináculos oficialistas.
En este contexto alternativo, Andy Warhol experimentó todos los medios formales en muy poco tiempo e inventó muchos de ellos investigando en las relaciones personales y consiguiendo retratar, de esta manera, al ser humano contemporáneo y su personalidad. Algunos dicen que su arte fue monótono pero esto no es cierto. Si observamos bien su arte (tanto pictórico como cinematográfico y musical) vemos que está lleno de gran variedad. Su arte fue uno de esos espejos donde podemos encontrar algo de ética dentro de la sociedad actual y uno de los ejemplos más claros de que el “por art” puede significar una relación posible dentro de lo imposible.
Sus cajas Brillo, sus latas de sopa Campbell y Coca-Cola (antes de que ésta fuese light); sus repetidos retratos de Marilyn Monroe, Elvis Presley, Liz Taylor, Greta Garbo, James Dean, Jacqueline Kennedy, Micke Jaegger… sus clichés de la silla eléctrica, sus figuras de animales y de indios, etc. (todo ello con continuas permutaciones de color sin ninguna profundidad de fondo) son metafóricas motivaciones para hacernos pensar y repensar asuntos trascendentales sobre imágenes triviales…
Porque Andy Warhol exploró todos los medios de producción de la cultura de masas y todos los mitos de su contemporaneidad escatológica, para dejarnos un legado artístico colosal (más de 20.000 cuadros en Europa, Asia y América, 75 películas filmográficas y varias intervenciones musicales junto a The Wolvet Underground y David Bowie).
Sus serografías pop de los años 60 fueron extraídas de la vida diaria norteamericana y de sus iconos hollywoodenses para tomar denominaciones comunes con las que contribuir a fundamentar ámbitos críticos que se convirtieron en verdaderos puntos de referencia. La pintura, la cinematografía, la fotografía y el mundo de los vídeos y la televisión, fueron puestos en evidencia por la actitud que plasmó en su actividad artística y que expresó en sus propios libros y en su revista Review. Fue, en estos ámbitos, todo un reto a las jerarquías tradicionales y puso al arte ante la disyuntiva de incorporar la cultura de masas a los museos y viceversa.
Andrew Warhola (nacido el 6 de agosto de 1928 en Pittsburg, Pennsylvania) reaccionó ante el incipiente materialismo con sus iniciales cajas Brillo (que eran réplicas de un estropajo jabonoso de dicho nombre) transgrediendo los límites del arte tradicionalista a través de ese “restregón” que despertó el sentido de sus obras basadas en la crítica formal al consumismo cotidiano y desenmascarando mecanismos ocultos de la sociedad consumista a golpe de hacernos “ver” y “visualizar” señales y signos en la sencillez y la cotidianeidad abiertas al diálogo…
Estudiando la vida y obra de este artista, se puede descubrir que allí donde acaban los enigmas del cotidiano Andrew Warhola comienzan los misterios del genial Andy Warhol. Descifrar este “canto secreto” de su pensamiento es un crucigrama donde se encubren y descubren cada uno de sus instantes momentáneos; esos instantes que hacen ver a Warhol como un vagabundo del arte o, por el contrario, como un dandy de alma mundana. Se pueden tejer múltiples y verdaderas conexiones históricas, sociales y culturales, a través de la reflexión colectiva del pasado inmediato, el presente y el futuro del mundo gracias a sus postulados artísticos.
Warhol destruye al mito a partir del propio mito mientras él también se mitifica. Con profundas innovaciones de su vanguardista creatividad se convierte en embrión que alimenta al aperturismo posterior a los años 60. De la significación de su obra oculta bajo la superficie surge una vuelta de tuerca a las provocaciones iniciadas anteriormente por Vasili Kandinsky (un iniciador del arte abstracto a través de sus cuadros en los que nunca aparece la figura humana) y va áun “más allá” de él y de los fauvismos, abstraccionismos, espontaneidades líricas “primitivistas” y expresioneismos de los artistas del Der Blaue Reiter (El Caballero Azul) alemán (como los famosos Franz Marc, August Macke, Gabrielle Minter, Alexander von Jawlensky, Robert Delauney y Paul Klee entre otros).
Decía Warhol de su propio arte que era un arte de superificie y que arañando dicha superficie no se encontraba absolutamente nada. No estoy de acuerdo con él. Arañando el arte de Warhol se descubren múltiples facetas y muchas señales y signos de un criticismo posmodernista que va más allá de su propia iconografía desmitificadora. Pero esto es asunto que merece ser tratado con mayor profundidad e interés en algún otro momento.