Visteme con tus manos
que salgo al nuevo día
tapado con tu estar.
Los raíles suenan a bien
si alegre esta mi cascabel
colgado en el cuello de tus besos.
Anuncian la alejada
de aquellos finales
en sombra sin tu querer.
Oigo al jilguero cantar
en aquel alto del árbol
que siempre me vio pasar.
Los músicos de mi
estación , hacen sonar
las calles y vibran en
tu voz las esperas de
la noche.
He leído tu poema en el nocturno del sonar de las calles. Estoy ahora en el bar jugando con las sombras y mis manos toman un bolígrafo… Gracias por tu inspiración.