En el recreo de las luces que hacen al dia
se escapa la voz del arrullo que es el miedo
acongojado y mal parado.
Y huyen tras de si el infortunio de sus desvelos
para mal meter contra quien sin fuerza se deje.
Lo peor se convierte en lo mejor de la dicha
por aprendido y por fugaz visto desde ahora aca.
No descanso por sentir el plenilunio
mas su puerta se abre y cierra con el viento.
No sorprenden mis victorias por mi boca
son otros que con su admiracion las evoca.
Un baño de esencia Parisiana,
un ardor en gusto de te oriental,
un billete de avion Frances
una risa al ultimo adios y de alli hacia
aca otra vez.
Y duermo con el latir del amor
al oirte, al escuchar tu voz
y que me arranca del vientre el miedo
y callada y parada sonrio en tu nombre.
Es un plenilunio lleno de materia sensorial. Me parece muy bueno.
Si, supongo que era justo lo que necesitaba. Gracias Carolina.