Mi humanidad tiene memoria
y ve la sombra del tiempo cayendo
sobre una alegre montaña rusa
Y a mis vueltas en el suelo antes de dormir.
Mi humanidad tiene memoria y ve a mi
madre preparándome té para la gripe
antes de que salga a las frías calles
con el resto de mis amigos.
Mi humanidad tiene memoria
y me ha convertido en el dolor de apéndice
antes de reventar,
en el pedacito de vidrio
que alguien traga con un refresco,
en una bella hemorragia interna que nadie detecta.
En fin, mi humanidad tiene memoria,
muy buena memoria los fines de semana.
No sé, no sé si tiene memoria los fines de semana. Ahora, que fijo que con un buen té preparado por tu madre, contra la gripeeee, todo arreglado. Un beso. Alaia
Los fines de semana, para mí, tienen toda la memoria concentrada en el sueño de la próxima jornada… pero en el sueño viviéndolo desde dentro…