Hoy es 13 y martes. En España se dice “Trece y martes ni te cases ni te embarques”. En Venezuela son más extensos y alargan la frase (“Trece y martes ni te cases ni te embarques ni de tu casa te apartes”). El caso es que algunos no se casan ni en martes ni en ningún otro día de la semana, que hay quiénes nunca embarcan hacia puerto alguno porque les da miedo la aventura y que los celosos no pueden vivir un metro más allá de su dormitorio conyugal… pero, en fin, yo no soy supersticioso porque da mala suerte…
Me he levantado con el pie derecho (es lógico porque duermo siempre hacia ese lado cuando estoy relajado), al freir los huevos del desayuno no he derramado la sal y no me ha mirado ningún tuerto todavía. El día empieza bien. Es trece y martes y la mañana es soleada (nada de tormentas a la vista ni de frío por aquí en las tierras murcianas).
Repaso la tarea diaria. A las doce tengo que estar en la Universidad para acudir a una conferencia sobre la obra del escultor Salzillo. Salgo a la calle en busca de la Sala donde escribo para Vorem y me cruzo, en el portal, con la preciosa vecinita del quinto B. Es una chavala de 20 años increíbles. Hermosa mil por mil. Le abro la puerta, le cedo el paso y me sonríe. El trece y martes empieza a ser maravilloso. Además, en mitad de la calle me he encontrado una monedita de un céntimo. Si. Sé que es pequeñita y que sólo vale un centavo de euro… que no sirve para comprar absolutamente nada… bueno nada no… sirve para comprar un poco de sonrisa a la vendedora de lotería cuando le entrego la moneda y le digo que la guarde durante todo el día. Por la noche le he prometido volver a visitarla para que me cuente… el resto lo dejo para el misterio del trece y martes.
Sólo contaros, en esta parte I de este día de febrero que al abrir el Vorem encuentro un pensamiento de Antonioi Fraguas Forges: “La violencia es el miedo a los ideales de los demás y poca fe en la propia”. Eso es. Vamos a ser pacifistas y a tener fe en nuestros sueños. Por eso no soy supersticioso, porque da mala suerte…
jajajaja…, me ha hecho mucha gracia tu diario de hoy…
yo ni había caido en que es martes y trece, lo cierto es que opino lo mismo que tu, quizás por eso no me he dado ni cuenta, jajaja…
ya dice Umberto Eco dice que la superstición trae mala suerte… y oscar Wilde dice que el verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible…
Un abrazo
Humor para ser pensado. Angel Nieto, que fue un campeón mundial de motorismo, siempre dice que él ganó 12 más 1 Campeonatos. ¿Será que a los ángeles les da terror el número 13?. Hasta en el cielo se toman la cosa en serio. Pero estamos en la Tierra y la mejor manera de vivir, sana y natural, es saber que el 13 sólo es un número más que el 12 y un número menos que el 14. Gracias, diesel, por hacérmelo pensar de una manera tan chistosa y agradable.