Sin banquete festivo, bajo la ventana
de una oculta historia de la calle,
duerme su sinrazón ante la vida
un ser humano que no late.
Que se calle
el tumulto de la guerra diaria
y del combate.
Que se calle…
porque hay un ser muriendo
en esta triste vida de la tarde.
Ya no arde
la fugaz mirada destruida
del almagre
que en tiempos ya pasados
era amable.
Ahora solo es rentable
el fluir de las mercancías
y el alarde.
Sin banquete festivo, bajo la ventana
muere en su cartón de almohada la tarde…
La tarde muere para traernos una luna llena, digna de observar y embrujarte con su efluvio, precioso poema un besazo
Con tus letras acabo de sentir la caída de la tarde
un abrazo
¡Cuánto bien nos hace el verso, Diesel! Somos como cadenas de palabras que prestan atención a lunes llenas, a excliposes y hablamos de la vida. ¡Qué hermoso poema para comenzar el mes de marzo! Saludos.