Mis heridas supuran lágrimas que tú me has hecho derramar.
Sólo el tiempo me dará la razón y curará mis heridas, que son muchas y escuecen y duelen cada vez que me hablas, como si echaras paletadas de sal en ellas.
Tu teléfono es una línea muerta por la que antes me enviabas mensajes de amor.
Ahora el desamor se ha quedado a vivir en mi corazón, que otrora tú ocupaste.
El tiempo es como arenas movedizas, movidas por el viento. Las relaciones personales se ven influidas por él. Puede que un día alguien sea el amor de tu vida y al día siguiente te esté dando una puñalada trapera por la espalda.
El mundo ya no es mi amigo. Las relaciones son transitorias. La vida es como un largo pasillo por el cual nos cruzamos con personas que nos influyen en mayor o menor medida, pero es sólo temporal. Siempre terminan marchándose de nuevo, dejando heridas más o menos visibles, que con el paso del tiempo cicatrizan.
Bueno, Océano. El mundo puede ser tu amigo si descubres que el amor y el desamor son dimensiones de una misma magnitud. Siempre hay algo por vivir más allá… lo importante es alzar la vista y buscar esos horizontes. Te animo a que te descubras en tu interior con deseos de no permanecer inmóvil y siempre busques metas. El mundo puede ser maravilloso y amigo si entendemos que todo es pasajero pero todo es, a la vez, perdurable.
Gracias por el comentario. Deberías tener en cuenta, sin embargo, que escribí este texto en un momento de máximo dolor.
Besos,
Oceano