Desde mi lugar…,
hoy vacio la vida de miradas para ver lo que hay de mi…
y me descubro…
y pienso en lo pequeño que es el tiempo y lo eterno en cada instante…
Ya no trato de resolver el misterio,
pinto en el aire mis ganas por si a alguien le acompañan,
en mi baño de color todos tienen su pincel,
camino por calles vacías de ausencias,
y saboreo creer en imposibles,
no quiero cielos sin el calor de las retinas,
hoy mi almohada se inunda de deseos…
Desde mi lugar…
lleno y ausente de verdad y realidad,
y en el que me acerco al silencio y me alejo de la soledad…
Un abrazo
!Qué bonito Noelia!. El silencio no tiene nada que ver con la soledad y muchas veces guardar silencio nos hace ser mucho más libres ante el calor de las retinas que nos observan. Pienso yo también en lo pequeño que es el tiempo y en lo enormemente eterno que es el instante de una compañía que te llena de deseos.
Discurrir en ese espacio es activar el sentido de uno mismo. La necesidad de sentirnos, más alláde cualquier sentimiento artificial, nos muestra nuestro núcleo existencial. Somos más silencio que palabra, más acto que quietud. Cuando el texto busca su salir a la vida es una marea llena de olas. Un saludo muy especial.
…Redescubro un comentario tuyo sobre tu etapa Lacaniana. Simplemente, gracias. Un saludo.