Por la ruta de Magallanes y Cook

Puerto Deseado dia 25 de enero de 1992

Cuando nos dirijiamos a puerto deseado, quedando 50 millas avistando el faro d cabo blanco arreció el temporal que toda la tarde nos trajo lluvia y trabajo con el agravante que a esa distancia del faro podriamos encontrar bajos peligrosos hemos continuado alerta vigilando la sonda, cuando ya parecia estar todo mas tranquilo se oyo un golpe seco en la helice( pues el motor estaba encendido en vista de equilibrar el bnarco) desconcertados se ha cambiado la ruta y ahora nos dirijimos acomodoro rivadavia con un temporal fortisimo en proa.
Estando fuera he visto llegar un par de olas que parecian verdaderas montañas han sobrepasado el barco inundandolo todo y quedando este oscilando con tendencia a irse de lado.

Al entrar para poner la puerta y evitar que il interior del barco se mojara más de lo que estaba, el espectaculo era desolador, pues aparte de que la mesa de cartas estaba empapada, absolutamente todas las latas de conserva se habia preciptado al suelo acompañadas de cenizas, colillas lilbros, en fin . Al ir a colocarlas de nuevo ha llegado una tremenda ola que me disparó de nuevo contra la cocina por fortuna he soltado a tiempo todo y no me he hecho daño.
Nos quedan 100 nmillas para comodoro y me dá la impresion de que esta noche se vá a dormir poco o nada.
Cuando las olas se alzan parece que se detiene el tiempo al rato se desciende a un abismo desconocido en duraciòn hasta que se siente como el barco se recupera para nuevamente lanzarse con un impulso al vacio.
15 nm de puerto deseado.

Al final me quedé dormida de puro cansncio, francamente impresionada y mareada, no me cambié ni la ropa húmeda, lo que me hizo tener unos sueños extraños en los que viajaba en un ascensor que se desprendia hasta llegar al mar.
A eso de la 4,30 Rafa me despertó pues habia amainado bastante y el necesitaba descansar. Me abrigué con todo lo que tenia a mano y de paso me enteré que el viento habia rolado otra vez y nuevamente nos dirijiamos a Puerto Deseado. Mi guardia fué tranquila, la pasé escuchando la radio, y conseguí sintonizar hasta una emisora chilena

Sabado 26 de Enero.
Puerto Deseado
Mediodia. Una luminosidad cristalina que perfila el contorno terrestre cono nitidez extrema, enfria los colores de estos viejos pesqueros roídos por el óxido, a donde nos hemos abarloado. El pesquero inmediatamente continuo a nosotros está en desguace y muestra piezas enormes de antigua utilidad, conformando un mundo completo, un paisaje de cabos roidos, abrazados al NOrayd que impasible continua fuertemente dispuesto.
Para llegar a tierra debemos recorrer por escaleras, portones y rampas. Los otros dos barcos pescan calaamar y alineados aparean unas enormes bombillas que con su luz atraen a la pesca. Ayer descendimos para formalizar la entrada. El aire es puro y frio.

Un comentario sobre “Por la ruta de Magallanes y Cook”

  1. Excelentes tus radiantes momentos en que narras un viaje vivido. Es como estar viendo la vida a través de una geografía marina inmersa en el rolar de tu viaje. Un abrazo cordial y amistoso de un voremio que te lee con atención.

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