Me sangra el alma líquidos cristalinos
Donde te fuiste rojo intenso de mis sinos
Ya no soy capaz de observar el canto salado
Ni su rugido impertinente
Su azul cambiante caprichosamente
Y la canción de la gaviota voluble
O la fragancia del pino primaveral
Donde se perdieron mis sentidos
Cuanto ansío volver a estar viva
Y que me sangre el alma sangre grana
Y no ser uno más de tantos y tantos zombis
Que se ven de tan de mañana
2 comentarios sobre “Me sangra el alma”
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Releo eso de que “sangre el alma” y se me eriza la piel…, salgamos a la vida para no ser zombies…un abrazo
Te conozco lo suficientemente bien como para saber que tú jamás serás un zombi… porque posees esa radiante fuerza de quien tiene sangre viva entre sus venas. !Arriba, Alexis!.