Nanae pendia de un hilo y la aguja cerca ya estaba de su vena mas grande. Sin pestañear hundió la cabeza en el meollo esperando algun estimulo que situara su gozo en el punto extremo justo para no sentir dolor.
Cuanto mas aire cogia mas cerca sentia su mascara y pegada a su piel quemaba.
El agudo sentimiento penetro hasta lo profundo de su consciente rompiendo la barrera que separaba la realidad esquizofrenica de aquel mundo tecnológico. Arraigaron entonces en el cerebro miles de luces que, desde la corteza hasta las uñas, tenderían a descargar el alimento que le haria crecer.
Ante la especialmente nueva situación se desplomo como si los mil dinosaurios de sus sueños saltaran encima. Una y otras veces pisoteaban su vida generando un subito gozo ante la intención de enderezarlo todo de nuevo.
Destaco el profundo mundo de los estímulos circulando por entre las intenciones de explicar un porqué que va más allá de lo reconocible. Encierra tu texto toda una filosofía existencial de aplicaciones psicológicas. Me interesó interpretarlo y aún sigo haciéndolo.
Me parece acertada tu interpretación del fondo.
Intento imaginar la psique humana a ver si encuentro, o al menos consigo expresar, algún motor del subconsciente colectivo. Ese sentimiento que conduce a la evasion y la busqueda constante de un nuevo estimulo (o estimulante).
Pienso que siempre querremos ver el mundo de otra forma, verlo con impaciencia cambiar ya en el momento, pero al final nos desengañamos y a veces nos destruimos.
Gracias por escribir.