Conózcame señor,
y júzgueme si quiere,
conózcame con el alma,
con el sentimiento,
y sus negros ojos poetas.

Conózcame señor,
que así me iré tranquila
bajo el placer del breve tiempo,
de mi grato momento,
y después si quiere…
olvídese de mi,

pero señor,
aun no se vaya…
aun no,
que con mi boca chica le pido,
bajo sensibles y plácidas palabras…
Conózcame señor.

Que le admiro,
que le respeto,
que usted es mi motivo,
que yo soy su sombra,
que usted es mi respiro,
en estas noches de calor
y fustigo.

Conózcame señor,
conózcame,
que se lo pido,
que se lo ruego,
que si usted quiere señor,
tan pronto me haya ido,
tan pronto como mis pestañas
se cierren con el paso del aire,
si quiere señor…
olvídeme pero,
conózcame señor.