Os dejo algo que escribí pensando en una amiga que no estaba en un buen momento, algo que no supe o no quise seguir esbribiendo… y que me ha dado mucho que pensar…
“Quiso arrancarse la piel, enterrar sus ojos, quiso salir de aquí, quiso liberarse del dolor con el único casi inconsciente placer de mutilarse la vida, y es que quiso tanto…
Quiso dejar de caer al utilizar sus ojos, hace tanto que dejó de ver, por más que mirase, quiso dejar de ser ciega…y es que quiso tanto…”
Un abrazo
Hola Noeliaf!… la verdad es que en este mundo nada suele ser facil y mucho menos un jardin de rosas y aunque muchos lo sabemos, aun no estamos preparados para lo que nos depare la vida, y a veces creemos que ya no podemos y queremos caer vencidos mandando todo a la basura, pero seguro que eso lo sabes y estoy seguro que se lo has dico a tu amiga, es por esas personas como tu en nuestro camino que vale la pena vivir y seguir adelante, con la lucha de cada dia. Esos amigos que te apoyan y te comprenden y sufren contigo. Adelante, mientras estemos acompañados o sigamos acompañando a esas personas, siempre habrá algo bueno. Saludos y un abrazo, es bueno volver aca, ya era mucho tiempo de estar ausente.
Huir de la vida. Huir en vida. Descolgarse del Yo Piel. Morir, como alternativa a un dolor intenso e inevitable. La medida de nuestra conciencia de la realidad nos impulsa a “todo”. Crear estos terrores…no es realizar, hacer efectivo este sentido de pérdida absoluto. Debemos ser más consecuentes con todo lo que nos aproxima a la manifestación de lo sentido,porque jamás seremos más felices que aceptando nuestra existencia. No nacimos en un alarde de deseo vital, sino como consecuencia de una biología programada…el resto, mi querida amiga, lo construímos y nos lo construyen. Saludos.
Un querer muy hondo, Noelia… un querer más allá de los sentidos. Quizás quiso tanto que se mutiló la espera. Espero que, sin embargo, ese querer tanto la hiciese florecer en una nueva primavera de vibrante curiosidad…Un abvrazo, Noelia. Tu reflexión me hace repensar una y otra vez sobre eso que llamamos la Gloria del Querer.
Hay algo muy importante en tu reflexión. Que se propuso querer y quiso. Después llegan los momentos de la incertidumbre… pero querer ya es un alto grado de conciencia.
Odi et amo, decía Catulo. El amor y el dolor, siempre tan cerca…