Veo el cielo acostado,
vacío en la sangre…
Las mariposas dibujan
tormentas en el aire.
…Y una ligera brisa escapa,
y un ligero viento se levanta.
Y a lo lejos se oye el mar. Sempiterno
Oigo las palomas
retozando por el aire
Las mariposas, escondidas,
de las flores salen.
Mis ojos están cansados
de ver y cierran
los párpados a la hermosa estancia
de la tarde eterna.
Y el tiempo flota a mi alrededor,
ahonda en mi cielo.
Soledad efímera, todo
parece perfecto.
Respiro, aliviado,
estoy solo, ya no queda nadie.
Las mariposas, cansadas.
Tormentas en el aire.
!Muy bueno, ismael!. !excelente!. Convence desde un principio porque suena a efímera sustancia de ingrávida languidez. Me gustó. Un beso.
Es perfecto, Ismael. El mar, sempiterno. Las mariposas, cansadas. Nunca me había parado a pensar en el cansancio de las mariposas.
Te felicito. Un abrazo.
Una atmósfera de calma inquieta, fugaz, que precede a la tormenta, muy conseguida.
“el cielo acostado”, “Las mariposas dibujan tormentas en el aire”, “Las mariposas, cansadas” son muy originales imágenes.
Sólo una cosa, veo difícil que las palomas retocen en el aire, je je je
Es cosa de darle a la imaginación, jaja. Pájaros dando saltitos… todo alrededor de una persona puede parecer de cualquier manera cuando uno está de determinada manera…
¿Qué puedo añadir yo a los anteriores comentarios, ismael, si resulta que también considero perfecto tu poema en su fondo y en su transitoria emotividad?. Me detengo en eso que escribes de “la hermosa estancia de la tarde eterna” y efectivamente, en esas tardes, el tiempo flota… como mariposas cansadas (muy buena esta imagen literaria) o esas palomas que retozan en el aire según el ángulo de vista de la tormenta anímica. !!Un abrazote, ismael!!. !Simplemente genial!.