Aflige mi corazón,
el enervante y agridulce
sentimiento de despedida
que me ahoga en su honda
penumbra.
Nuestro amor,
un sentimiento que no es de éste mundo
y seguramente no lo es de otro,
su existencia es casi irreal,
es fenoménica, es marginal,
no tiene cabida, ni contención.
Es por eso, que amantes,
viviendo la eternidad del instante
en su inmensa dicha,
estamos esencialmente solos,
desafiando subversivamente,
el orden del tiempo,
orden infinitivamente, menos importante
que el sentimiento que nos une.
Nuestro amor,
único, indivisible, natural y puro,
una celebración, de la vida,
que conduce, a ésta otra cumbre humana,
cuál es, el dolor de la partida.
Te extraño,
y en mis postreras horas
delata mi ansiedad,
el sueño que cobija,
mi padecida soledad.
Te amo,
mientras el pensamiento,
asoma su perfil,
y mi presente se debate
con la muerte,
como una moneda arrojada al viento,
expuesta está la dicha a la suerte!!
Te digo adiós,
y aunque no estés a mi lado,
por mi amor, te juro, alma mía,
que dilataría mi espíritu
y lo extendería hasta ti.
Adiós, adiós, para toda la vida,
aunque el resto de mis días,
recuerde el momento de tu partida,
y mis ojos sigan llorando
tus lagrimas vivas.
Leo un sentimiento de madurez sentimental adobada con el despido. Hay fases de verdadero acierto y otras veces elm poema decae un poco en cierta repetición de algún punto concreto. Me gusta el enfoque general y especialmente eso de “desafiando subversivmaente al tiempo” y “dilataría mi espíritu y lo extendería hasta ti”. Veo que has expresado un reclamo a la persona amada junto a una nostalgia por el tiempo pasados juntos. Un abrazo.
Tus versos plasman perfectamente la triste sensación de la despedida, es angustiante. Saludos!
Y bueno, te acepto lo de angustiante, por que esa era la idea.. pero, angustiante, para terminar la frase?? que tajante. JL
Hola Diesel, nuevamente tu consejo me ayudo a mejorar mi texto, en su ritmo y cadencia. gracias compañero!! JL