Muchas veces me preguntan, por las calles metatarsianas de esta ciudad, sobre cuál es el color del planeta Vorem. Muchos son los que creen que es azul como la Tierra y otros afirman que es verde como Marte. No es cierta ninguna de ambas aseveraciones. Aunque existan, en su fauna, multitud de azulonas y de verderones, la realidad es que el planeta es de una infinita gama de matices multicolores. Son tanto su número infinito que los voremistas no hemos podido jamás calcularlos y no creo que lo podamos lograr nunca.
Las combinaciones coloristas son tan ilimitadas que tendríamos que consumir toda la eternidad para poder encontrar su número… y a eso sí que no estamos dispuestos. A lo sumo podemos ofrecer jugar con las azulonas haciéndonos pasar por verderones para, al final, cansados de las payasadas mutuas, irnos a celebrar nuestro compañerismo, nuestra amistad y nuestro amorío con ellas al Parque de las Estaciones (porque cualquier época del año es válida para jugar y soñar con nuestras chipin´s).