Los plumajes de este sueño sumergido
en tanta luz buscándome la vida
son tesoros que gravitan vacantes
para despertarme enhebrándome en la historia.
En medio de este insomnio luminoso
yo me vivo de gozos en el camino.
Y en el rojizo violeta incorpóreo
de las aguas interiores e inquietas
mis intensas esperanzas rojas
alumbran este enorme espacio verde
de los signos profundamente humanos.
!Cuánta emergente presencia
mezclada con el rumor de los instintos!.
Todo se hace mundo circulante
confluyendo en la intimidad de los afanes.
Todo… todo se me convierte en impulso
con las luces valientes del alma.
Me ha gustado la palabra “pleniluz”, con todo lo positivo y luminoso que implica en una plenitud, en un universo o en una madurez conseguida por el hombre y por el alma.
Por cierto, esas sombras y esas luces es una visión del mundo muy platónica.
Me ha gustado (bueno, todo el poema) pero especialmente la segunda estrofa, en la que aparecen esos colores que son el símbolo, precisamente, de energías de transmutación, de vivificación, de sanación.
Un saludo.
Coincido con Laguna, la segunda estrofa es estupenda, muy visual.
La esperanza de color rojo me parece todo un acierto, uno tiende a pensarla blanca o azul: no deja de ser tibia y fría.
Una esperanza roja es de sangre, de vida.
Muy bien
Saludos
!Cuánta emergente presencia
mezclada con el rumor de los instintos!.
Me gusta la palabra instinto porque habla de esa pequeña voz que emana nuestro interior, esa pequeña llama que se enciende para permitirnos ver, para hacernos participes es esta gran existencia humana…pleniluz.
Se adivina en tus bellas palabras, que en algunos momentos felices, tu espiritu roza, se desliza y por fin se funde en amor de verdadero poeta, un besazo