Primeramente me pregunto ¿qué es gozar?. Experimentar placer es lo que dice el diccionario. Pasarlo bien. Disfrutar con algo o con alguien. Entonces, partiendo de esta forma definitoria, ¿es posible gozar con el desarrollo del intelecto y con el amplio crecimiento de la cultura personal?. Por supuesto que sí. Yo diría que, junto con el gozo de lo sexual, el gozo intelectual y cultural es uno de los más completos que tiene el ser humano. En este sentido voy a transcribir lo que escribe el profesor Jorge Wagensberg de la Universidad de Barcelona:
“Declaro que he experimentado el gozo intelectual. Ya está dicho. Sólo por eso, el gozo intelectual existe. Más aún, ocurre cada vez que comprendo o intuyo algo nuevo. El gozo intelectual es la culminación de todo proceso cognitivo y ocurre súbitamente en la más estricta soledad aunque en el extremo final de alguna forma de conversación con otros seres humanos. Ocurre cuando la comprensión es nueva para una sola mente (educar, aprender…), pero ocurre otro tanto cuando es nuevo para cualquier mente presente (investigar, crear…)”.
Yo medito ahora sobre el gozo intelectual y cultural. Efectivamente, todo comienza cuando te gusta educarte y aprender cosas nuevas cada día de tu vida. Cuando la afición por el conocimiento creciente se implanta en tu interior. Te hace disfrutar de los estudios en el colegio y en la universidad. Es cuando la educación y el aprendizaje te llenan porque van tomando parte intrínseca de tu naturaleza humana y tu realización como persona. El gozo intelectual y cultural se transmite, después, a través de la incesante e interesante labor de investigar y crear por tu propia cuenta. Investigador y creador te hacen ser más persona a medida que avanzas en esos campos intelectivos y culturales.
Jorge Wagensber termina con el siguiente párrafo: “El fenómeno es fundamental porque la mente puede dudar entre si comprende o cree comprender, pero no plantea dudas entre si goza o cree gozar. El gozo intelectual es el que logra que la selección natural de el paso a la selección cultural y, con ella, a la creatividad humana. El gozo intelectual y cultural empuja y orienta nuestra natural indolencia hacia el conocimiento inteligible, algo decisivo tanto a la hora de sobrevivir como a la hora de sublimar el alma”.
Sublimar se entiende, del espíritu deducido del texto de Wagensber, como engrandecer, exaltar, enaltecer el alma humana. Porque es necesario saber que la sublimación es el mecanismo de defensa de nuestro yo por el cual un impulso o instinto primario se fortalece y se manifiesta en forma de otros impulsos e instintos considerados más elevados. Así el desarrollo del intelecto y la ampliación de nuestros saberes culturales se transforman en gozo inmediato y personal y te hacen ser más investigativo y, por ende, más creativo.
Nunca lo había considerado así, gozo…, pero lo es. Cuando estás aprendiendo algo que te gusta, cuando lees algo que te llena, te abstraes tanto de todo… formas un todo… cuerpo, mente, conciencia… realmente es un gozo, un deleite, disfrutas, es un placer.
Cuanta sensacion envuelve este texto.. me ha gustado mucho
cariños,