La conciencia de un yo heterogéneo
nos implica en las formas del espíritu
bajo la persona que va más allá de la física.
Hay en el cosmos una materia de lenguaje
en forma de habla con aterias
que es maridaje de la ciencia y el alma
cuádruple bosque de existencias
nos llena de cosmos la materia.
Por eso el sentido del poético ensueño
late en el cuerpo que se hace prisma
de iluminado afán por lo convertible.
Si. Nos convertimos en esencia via
cuando enteramente nos llenamos
de encendida luz en medio de la niebla.
Más allá de la materia inerte
late el espíritu de la conciencia
y hay que darle al pensamiento nato
una presencia de humana inteligencia.
Siempre hay en medio de la mente
un sueño de poema para el viaje…
El Puño del Hombre no ha contratacado y se ha dirigido, al final del asalto a su rincón. Allí habla con su manager El Lobo Estepario:
– Lobo… en el prósximo asalto abandono.
– ¿Por qué Puño?. ¿Por qué has estado inerte todo el asalto si tienes fuerzas suficientes para tumbar al Poeta?.
– Puedo derribarlo con un fuego cruzado de palabras prosaicas que rompan el equilibrio del combate, pero no podré nunca acabar con el Espejo. No. No soy yo el rival adecuado para destronar al Vacío y quitarle su prepotencia. Siempre me ha ocurrido igual. Siempre que he combatiod contra el Vacío me ha hundido en los primeros contactos, porque soy fuerza destructora pero me falta significado profundo. Sí hay algún rival que pueda enfrentarse al Vacío con cierta seguridad de triunfo es el Poeta del Espejo, porque tiene más técnica de espíritu que yo. Así que no voy a alargar este combate incoherente donde puedo ser yo el vencedor pero donde no puedo ser yo nunca el triunfante. Hay diferencia. El Poeta del Espejo sueña. Yo sólo razono. Las razones siempre se las ha engullido el Vacío que sabe como destruirlas pero con los sueños quizás no pueda, Es la oportunidad de comprobarlo. Abandono, Lobo. En el cuarto asalto no saltaré al ring. Los aficionados buscan a alguien que les llene los sentidos. Ese sólo puede ser el Poeta y sobre todo el Espejo del Poeta. Si le venzo ahora habré derribado a quienes sueñan con una realidad distinta de cara al futuro. Lo único que debo hacer es dar paso a esa posibilidad. Abandono, Lobo. Es verdad que no podráimos llamar humano a un ser que no fuera autoconsciente de la coherencia que debe haber estre la materia y el espíritu. La materia sola, yo solo, por sí misma, por mí mismo, es una impotencia ante el Vacío. Ya se ha demostrado muchas veces. Sólo es posible darle la oportunidad al Poeta de poder destronar al Vacío y coronarse campeón de una sociedad con alma. Abandono, Lobo.