Corria la mañana y yo corria tambien.
Sin piedad las agujas del reloj torturaban
a mi tiempo, sin tiempo.Se hacia tarde.
El silbato alla lejos,la partida anunciaba.
Y corria.Y queria convertirme en viento.
Que mis pies flotaran sin tocar el suelo.
Ser Mercurio con alas en los tobillos.
Y solo corro, hasta faltarme el aliento.
Y alcance la puerta,y a los pasillos penetro
de la estacion de trenes. De despedidas y regresos.
Solo para ver partir el tren, en el que te ibas lejos.
No pude mas que alzar la mano y tirar al aire
un beso.
Como me duelen las palabras,clavadas en el pecho,
las que no pude decirte por no llegar a tiempo.
No se donde buscarte.Maldigo este tropiezo que me prohibio despedirme.Tomarte entre mis brazos,
decirte que te quiero.
Tal vez sea lo mejor.Vivire con tu recuerdo.
Te digo adios para siempre,aunque se que estoy mintiendo.
Lo mio fue una locura,lo tuyo quizas fue verdadero.
En mi casa me esperan mis hijos,y una mujer que me ama en silencio.-
Precioso. Toca el límite de lo ansiado junto con el claroscuro de lo prohibitivo. Me gustó sencillamente por su extremo metafísico de ver la existencia siempre colgando de un tiempo inasible.
Ese nadar entre dos corrientes que deshaces con la despedida inesperada… ese amar dos sustancias diferentes en el alambique de nuestras existencia… ese mostrar la dualidad de la vida es una exposición verdaderamente interesante.
Como un tren a gran velocidad queriendo flotar sobre los railes.
A veces sueño que me separo del cuerpo para volar como un pájaro y después volver con la salida del sol.
Un abrazote JOB354.