(a teofilo)

dios no es dios;
dios es el hombre con las amarguras de una vida
confusa, racional, esteril, mortal
trágica
apresurándoseles por debajo de las venas
los errores y enmiendas…

desordenándose
los propios respiros
barco a la deriva
breve aguja del mundo

sonido en el despegar agónico de labios
en el sublime y eterno infierno de un beso
temiendo al vacio
cerro de azúcar refinada veneno ardiendo
en las tripas del hambre
panes duros cielos mal cocidos
cubriendo estrellas
dedos mustios nadando algunas letras
ausencia de cada día

ojalá cien lamparas se encendieran
al pasar dios sus fauces
por el par de cuerpos huesudos de dos décadas moribundos
dos hijos bastardos de su creación
víctimas de la inocencia
intercambiándose tufos
pastabaseros
los que no se ven

(las sombras se camuflan en sus costillas
y los focos amarillentos protegenle los ojerosos)

no tienen,no pueden, pero deben
silencios llorosos, fantasmas hediondos
escondidos por su prójimo
aplastados por todas sus rabias
de figura única, solitaria
inocentes malditos
plegarias maldichas
bruto ladrillo cayendo en los ojos

en nuestra agonía no hay espacio para recordarte
creerte menos perdonarte
seras gracia verdad y benevolencia
cuando te encuentres conmigo
poetastro malhumorado con aires pobres
y de manos mas creadoras
ya hastiado de las verdades
amarillades y cafedades;
de maldades que omitiste
realidades que no inventaste

te advierto, si no te citas con una bala
te quedas aca en la caldera
crepitando tu vidita
yo me cuelgo arriba
escondido y cómodo
omnivalente y ciego

me reencuentro con el absoluto, me reduzco a una minima escencia de suspiro breve, eternidad extinta.
soy dios y el vacio me espera