Todo en el barrio sigue igual. En las manos de los vecinos la máxima expresión es jugar a cualquier entretenimiento con las horas. Se habla en la calle y todas las máximas se encierran en una ausencia. Es la tragedia diaria. Alguien que se ha ido para no volver. Se avivan los saberes y los conoceres del porqué de ciertas ausencias mientras las letras habladas proyectan un vivir en compañía de alguien. Saludos. La tarde está ya en nuestras voces interiores y nos desprendemos de la vanidad y del vacío para ser solamente pensar. Ellos van. Ellos vienen, Y mi cuerpo es la mirada estática sobre el reflejo de una marejada de horas sin pájaros,
Un comentario sobre “Un día sin pájaros”
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El imaginar las horas y los días sin pájaros hacen sentir una honda meláncolia en mi interior, no se porque al leer tu texto, me ha entrado una tristeza, que a quedado anidada en mi espiritu. Tienes una forma de escribir que cala muy hondo. Me gusta mucho leer tus escritos.
Un saludo