Aprendiendo a esperarte.

Miro a un punto fijo
y ahí estás tú, presente en la ceremonia,
viviendo nuestra historia
de acento profundo y sincero
y espero
viendo cómo el horizonte en la memoria
se abre con tu presencia ante mí.

Quedan días, sólo días
de espera
para poder de nuevo abrazarte
y poder de nuevo besarte
en el centro de la boca…
y no es poca
la impaciencia que ya tengo
y que apenas me retengo
por poseer
de nuevo tu risa loca
en todo el amanecer.

Que se pasen ya las horas
como se pasan las olas
en esta costa de mar.
Amar.
Sólo deseo amar
tu belleza de amapolas.

Y si de flores te hablo
tomo un libro y lo abro
sólo para aprender
un poco más de conciencia
para saber qué es la esencia
de tu aroma en mi querer.

Aprender.
Aprender a ser más firme
en el beso que confirme
que tú eres todo mi ser.

3 comentarios sobre “Aprendiendo a esperarte.”

  1. Gracias por tu comentario, Carlota, gracias de verdad. En cuanto a quien espera a quien soy yo a ella. Se ha decidido (lo ha decidido la ONG) que ella me acompañe este segundo mes de mi estadía en América y el día 14 de este mes la espero en Quito. !Para mí ha sido una gran alegría porque ya llevaba un mes sin ver a mi esposa!.

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