Eres tú el azul cariño
que me guía al camino de las cosas;
al ritmo sinuoso de las olas
que reflejan su mirada en los relojes;
la íntima presencia de los hechos
fabricados en el taller de las expresiones.
Eres tú el acento enarbolado
entre las horas prendidas de los sueños
y el compás diáfano del día
envuelto en el tránsito del tiempo.
Eres tú como un oficio
de vivir manteniendo la esperanza;
el ínclito discernir cada momento
en el tejido singular de la existencia
y ese momento esculpido en el aire
que se convierte por magia del recuerdo
en plena sinfonía de palpitares.
Eres tú el abierto aire del sentido
embarcado en el ámbito fervoroso
de sentirte en cada pulso de mi sangre
marcando las pausas del silencio.
Eres tú la esfera donde gira
esta cadencia de notas sincopadas
que convierte cada sombra del destino
en vuelo de ave sin retorno;
el líquido hervor de las pasiones
liberadas en el espacio de un segundo
y la imagen ensoñada en las creencias
del palpitar creciente en los instantes.
Eres tú, en fin, ese principio
de cosas que se arriman al paisaje
y en medio del tránsito y la espera
abre las compuertas del sentido
y lo llena de completa consistencia.
!Olé, diesel!. Me quito el sombrero poeta. Qué bella composición llena de entusiasmo y valentía amorosa. !Repito!. !Olé y olé!.
Precioso amigo, no tengo palabras solo sentimientos, besazos