René Char dejó escrito en “El desnudo perdido” (Le nu perdu) que “igual que hay varias noches diferentes en el espacio, hay varios dioses en la´playa del dia; pero están tan separados que entre aliento y salto de agua ha pasado toda una vida”.
No nos podemos acercar a los dioses porque se burlan de nuestras arrogancias. No podemos sino caminar lentamente hacia el ciclo de nuestras existencias nadando entre las olas de los sofisticados mundos que nos crean nuestros dioses. lo máximo que podemos conquistar sólo es un resplandor de sustancia al final de nuestro tiempo.
Desde la luz de la infancia hasta la oscura hora de nuestro final siempre entreveremos un poco, sólo un poco, a esos nuestros dioses que viven jugando con nosotros a aparentar que somos importantes. Y en ese juego nos atrevemos a humanizarlos como destino para intentar interpretar sus misterios. Quízás los dioses nuestros no nos den nada más que la media libertad que nos merecemos.. Quizás lo mejor es no vivir pendientes de ellos y encendernos a nosotros mismos… y querernos a nosotros mismos… en el destino de los suspiros humanos. Porque la media libertad es lo máximo que nos conceden los dioses si vivimos pendientes de sus alboradas. Así que vivamos la libertad plena sin tener que depender de ellos.
Un texto muy interesante, Diesel.
Por supuesto, lo primero de todo es querernos a nosotros mismos, sin esa condición de partida nada puede funcionar.
Las fuerzas del Universo, bien sean aleatorias bien sigan un plan preestablecido, parece efectivamente que jueguen con nosotros. Ahí es donde debe entrar en el juego nuestro discernimiento, voluntad y, sobre todo, capacidad para encajar los malos tragos. Nunca hay que perder de vista que la felicidad (o más bien la tranquilidad) es algo que se puede perder o recuperar en un parpadeo. Esto no es un dogma, claro está, sino mi opinión.
Un abrazo.
Amigo tienes toda la razón, somos parte de esos dioses deslumbrantes, pero aveces no nos miramos así ante el espejo, es tan bonito quererse, ¿porque a algunos nos cuesta tanto?, nos queremos, entre comillas, pero siempre queremos querernos mas, odiandonos por ello, besazos