Fuí al hospital todos los días, pero él siempre tenía el mismo aspecto.
Tumbado en la cama, con una bata blanca, conectado a máquinas para que pudiera respirar.
No podía evitarlo.Siempre que iba lloraba hasta artarme.
¿Cómo puedo sentir tanto amor por él? Si él no sabe ni que existo.
Mi sueño siempre ha sido estar junto a él, en un jardín de rosas rojas en el que se veia el amor a kilometros, mirandonos fijamente y fundir nuestro amor en un beso interminable y dulce…
Pero eso solo es un sueño de adolescente…algo que nunca ocurriría.
Sorpresa la que me llevé el 19 de septiembre. La enfermera habitual de Aitor me confirmó que este había movido un dedo.
Que puede ser que se despierte.
Empezé a llorar de alegría, habían sido siete meses interminables…pero era ya muy tarde, yo tenía que marcharme, como me hubiera gustado pasarme todo el día allí atenta por si movia de nuevo un dedo. Pegué mi mano al cristal, y loca de alegría pensé <
Salí a la calle, el sol brillaba con fuerza, esos ultimos meses siempre lo veía gris. Como si una nube de tormenta gigante estuviera pendiente de mi vida.
¿Llegaré alguna vez a estar con él?
¿O es mejor quedarme amandolo en la distancía?
Aitor…¿Cómo se puede amar tanto a alguien que ni siquiera te hace caso? ¿Cómo?
Nota de Autora: A los que leeis mi relato muchisimas gracias… no se si podré escribir con regularidad pues ahora he empezado el instituto y tengo que dedicar más tiempo a estudiar. Aún así gracias.
Gracias a tí, Alejandra. Iremos siguiendo tus escritos según vayas pudiendo dedicarles tiempo. Estudiar ante todo.
Un beso.
Lo primero son los estudios , pero el relato no lo dejes , está pero que muy interesante .
Un saludo
te diría que siguieses! pero resulta que hace tres años que escribiste esto jeje…