Soy como cualquier hombre de ciudad
Que viaja en bus, que duerme poco, que mira televisión,
que se cubre de la lluvia, que lee el periódico, que se siente solo,
que fuma, que desconoce, que ríe, que extraña
que se sabe perdido, que se siente raro, que no entiende y que olvida.
Que no tiene nada, que se la juega en un volado, que improvisa,
que canta en la ducha, que asiste al teatro, que conduce, que miente,
que llega tarde, que no recibe llamadas, a quien nadie le escribe,
que se ha enamorado, qué no tiene explicaciones, que calla,
que busca, que se engaña, que protesta, que odia el escepticismo,
que ama de formas extrañas.
Que en donde sea que se encuentre sentado o de pie, bebiendo café o fumando en la calle descansado o con todo el insomnio de la semana.
Aunque se sepa perdido y le sea difícil tomarse un respiro.
En este lugar rodeado de manteles largos, de cubiertos y platos de cristal, de gente que no aspira a mucho, aquí donde la insignificancia de todos los días lo atrapan, el de alguna manera se pone de pie, mira a su alrededor y se siente insultantemente feliz…
Christian: insultantemente feliz e insultantemente vivo. Me alegra que te sientas así, en tu ciudad, aún cuando se suele considerar que las ciudades son un medio hostil. Que te acompañen siempre esos ánimos y ese saber lo que quieres y lo que eres.
Un saludo.
ASi somos todos como cualquier persona de cualquier ciudad, pero estamos vivos .
Un abrazo
¡Que así sea!
Como cantaba Silvio ¡Soy feliz,soy un hombre feliz y quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad!
Hola chris
Oye en verdad estoy de acuerdo contigo.
Aveces por muy mal que nos vaya o creamos que nos vaya, aun con los días cotidianos y monótonos aun se puede ser feliz y sonreir porque simple y sencillamente seguimos vivos.