No hay momento más amargo,
que el creerse despojado
de las caricias de tus manos.
No hay momento más amargo,
que el sentirse desahuciado
del calor de tu cuerpo enamorado.
No hay momento más amargo,
que el saber que no vendrás
aunque mil veces te nombre.
No hay momento más amargo,
que percatarse por minutos
de la ausencia de tu risa.
No hay momento más amargo,
que el mirar esos recuerdos
y ver que en eso sólo quedaron
los momentos del pasado.
No hay momento más amargo,
que adivinar tu alma tras la puerta
y carecer del suficiente valor
para abrir mi vida a ella…
Vendrán otros momentos mejores, cuya dulzura te haga olvidar la amargura que tu poema describe con tanto sentimiento. La última estrofa me ha gustado especialmente
Besos, Namari.
Pero siempre ha algún momento libre para poder leer poemas como éste, donde lo sentimental se une a lo reflexivo y nos hace arder de conciencia. Insisto, Namari. Genial eso de “No hay momento más amargo, que adivinar tu alma tras la puerta y carecer del suficiente valor para abrir mi vida a ella…”. Genial, preciosa, genial. Cada vez escribes con mayor profundidad. Un bezzzzote.
Namariiii..eres la persona mas dulce que he conocido escribiendo poemas de amor…como me gustan.
Son preciosas la spalabras que has escrito ..
Bezzzzzzotes