Miro la puerta abierta de la casa, por donde tú acabas de salir esta mañana, con tu cuerpo alado, hacia la frontera de aquello que está muy lejos de mi. Y mientras miro la puerta abierta de la casa bebo despacio, muy despacio, el café caliente preparado por tus amorosas manos.
Pienso. Medito mientras te alejas más allá de la esquina de los árboles redondos… en este amor que, al querer definirlo, se queda detenido en las palabras.
!Cómo se viven los secretos!. !Cómo se viven esos secretos ocultos entre tú y yo que nadie conoce salvo nuestros besos de menta y fresa!.
El amor. Esa condición humana que nos precipita a la impaciencia. Y miro la puerta abierta de la casa y tu nombre se escribe en las páginas con letra impaciente, nerviosa, tratando de recordar y retener cada centímetro de tu boca prendida en mi corazón.
Escribo mientras un silencio terrible me azota este túnel incrustado en mi mirada. Nadie puede entender por qué el amor avanza entre la impaciente sensación de trazar bosques de sílabas en la página blanca. Y me desbordo en el café caliente y recuerdo, una vez más, a tus ojos arrojándome al vacío de este universo de palabras.
“trazar bosques de sílabas”
“besos de menta y fresa”
..qué bonito el amor..
qué bonito compartir el amor.
no lo entiendo de otro modo que no sea compartido.
Gracias Diesel..y pasa un feliz lunes de cafés calientes.
Y que bello es sentir todo eso que tu sientes por tu GAVIOTA..
Un besote vorémico ..