Voy desnudo por los aires, celebrando mi parte humana y mi existencia en la inmensidad del planeta, miro las aves y miro el mar. Observo el pasar y detallo el abismo de la muerte con la grandeza del respirar.
Miles de cabezas hay debajo de mi, miles de sueños y estrellas encrustas en el cielo, todas muy bellas, satelites y planetas.
Sonrio y canto, contemplo y admiro. Quien sera el dueño y creador? !Que arquitectura y que especialidad!
Me desmayo, me duermo no lo se. Me llaman y atiendo levantando las cejas en el ensueño, volteo y miro con los ojos cerrados. Son las voces de la humanidad.
Los arboles se sacuden y a mis oidos suena el silencio del viento abrazador.

Abro los ojos de nuevo, vuelvo a mi vida, estoy decidido, sin temor de ir a casa. Con ansias de comenzar mi nueva vida, embriagado de llegar al final, de esta vez, no dejarme vencer y de seguir luchando contra todos con mis sonrisas y un afable gesto, vuelvo al transito de los cuerpos. Hoy me reestablezco, hoy me he limpiado, continúo inmune a las plantas venenosas del camino y lo mejor es que no voy calzado, la libertad brilla en mi frente y está tatuada en mis sueños para poder como ahora, elevarme en el abismo de lo esencial cada vez que lo necesite.