Nunca hubieron demasiados anillos en mi joyero, tampoco quise que los hubiera y nunca llege a comprender por que. Aunque no me gusta ser diferente, estoy harta de oir lo especial, unica e incomparable que puedo yegar a ser, para despues quedar a un lado. Como esa pieza del rompecabezas que no encaja en ningun rincon y queda sola, nadie la mira dos veces, entonces las metas se pudren, los sentimientos caducan, las palabras se derriten con la calor del verano y el agua rebosa en una botella vacia.
Me toca vivir mi vida y no se por que, hago lo posible por mantenerme cuerda y me cuesta bastante es un poco caotico. El desastre esta latente en mi vida como los te quiero que nunca oi.

Nadie sabe, nadie imagina, nadie comprende… ¿nadie quien? ¿Acaso estoy sola?¿ya llege a la cumbre de esta situacion? son demasiadas preguntas para una supuesta cabeza pensante.
Una ventisca me atrapa, me hace volar, se yeva parte de mi y lo veo marchar. Lo mas asombroso que me da igual me uno a la ventisca, mis caderas siguen su baile, las ojas otoñales me tapan la vista me dejo yevar, me muerdo los labios, soy yo, solo yo en mi estrepitoso mundo de silencio, compuesto por canicas perdidas del pais del mas allá donde atrapo comentarios forzado para regarselos a mis oidos e imaginar por un segundo ser tan comun como alguien normal.