Y en este pasar de las horas en el tiempo,
todo se detiene…se relaja. El ritmo se acompasa.
El desparpajo y la ilusión de los años de juventud
se vuelven melodía encadenada.
Que suavemente te lleva por el camino de la vida,
que en estos años de incipiente madurez,
te dispones a vivir más pausadamente.
Sin estridencias y en Paz contigo mismo.
Satisfecho por lo andado y lo vivido.