Os conozco, sé que estáis ahí mirando, oyendo y hablando, pero miráis y no podéis ver, oís y no sabéis escuchar, habláis y no decís nada…
No hay culpables, solo responsabilidad en vuestras manos, tal vez, no la sintáis al evadiros.
No hay culpa, si no silencio.
(Será mi tortura personal, la que me hace imaginar palabras en boca de quién no conozco, de quién sabe que aquí estamos y no sabemos/podemos/queremos hacer nada)
En colombia en la costa norte tenemos muchos dichos (REFRANES POPULARES):
El que no llora no mama.
El que no piden no le dan.
Y el que calla otorga.
El silencio es el mayor ruido de reclamo atravez de la historia.
Considero el texto una muy buena llamada a la conciencia. Callar siempre trae consecuencias…
Este pesamiento tuyo me hace recordar una frase que sono en Costa Rica durante una marcha hace un par de años. “Los pueblos que no defienden lo suyo, terminan siendo inquilinos en su propia tierra”. El callar nos hace acreedores de aceptar los terminos ya impuestos por alguien, o nos hace acreditar a alguien las acusaciones que hay en su contra. El callar, nos trae consecuencias que, puede que no queramos aceptar. El hablar, nos da consecuencias, pero las soportamos porque valió la pena hablar. Saludos Condenato.