Invito al olvido a sentarse
en mi sofá, lo invito
sin miedo, a quedarse
para siempre sin preguntar.
Lo invito, para que eleve
mis pensamientos al cielo,
muy, muy alto, tan alto que…
los lleve tan lejos, y sea
imposible regresarlos.
Le invito señor olvido,
a que sumerga en el oceano
mi anhelo, vayan tan profundo
para que en cierto punto
se pierda entre la oscuridad
y se desvanesca entre la
presion que ejerce.
Por favor, Olvido, venga a mi
y llevese a donde le plazca
mi razon y mi amor,
lleveselo por favor y no lo
regrese nunca, se lo doy,
quedeselo, porque todo eso
me aniquila cada dia un poco
mas, lleveselo, se lo
suplico, si pudiera le pagaria,
pero no tengo como,
asi que se lo pido de favor,
señor Olvido, vayase con todo
eso que me hacia humano.
Brillante canto al olvido. Concuerdo con el anterior comentario. Olvidar es imposible pero cantar al olvido es una poisbilidad para superarlo.
Aveces aprendemos de todo menos a olvidar, el olvido nos lleva a ala resignacion por lo tanto sanamos heridas. Pero el pero siempre es para complicar el asunto esta que recordar es vivir y cuando mas queremos olvidar menos lo podemos hacer. Buen dia .