Una vez una araña tejió una hermosa red en una vieja casa. La manteníra siempre limpia y reluciente para que las moscas le favoreciesen. Tan pronto recibiía a una “clienta” limpiaba la telaraña para que otra mosca no sospechara nada.
Un día llegó una mosca que se creía muy inteligente, zumbando se acercó a la red de la arña. La vieja araña la invitó:
-Entra. Siéntate cómodamente.
Pero la taimada mosca le respondió:
– No, gracias,. No veo a otrasa moscas en tu casa y !sola no entro!.
Pero luego vio en el suelo a un gran número de moscas danzando sobre un pedazo de papel castaño. !Estaba encantada!. No tenía miedo si muchas moscas lo hacían. De manera que se aprestó al aterizaje.
Instantes andes de posarse, una abeja zumbó por ahí y le dijo:
– !No aterrices allío, tonta!. !Es papel atrapamoscas!.
Pero la mosca que se creía inteligente le respondió:
– !Absurdo!. Esas moscas están bailando. Hay un gran número de ella. Todas lo están haciendo. !Tantas moscas no pueden haberse equivocado!.
Buneo. Ya os imagináis lo que pasó. Que murió allí mismo.
(Este viejo cuento me lo narraba mia abuela cuando yo sólo era un niño)
Un buen mensaje escondido entre lineas lleva impreso este texto.
Ojalá se den cuenta las personas a las que va dirigido, aunque no son de esta isla tan hermosa.
Un abrazote
Demasiadas telarañas hay por ahí, para no caer en ellas.
las telarañas del camino se han convertido en el camino.
Los cuentos, más que una diversión, eran en muchas ocasiones, una prevención..