Teniendo todo para estar
cubierto de pulsos en movimiento,
un hombre empieza en sí mismo
pasando por la avidez de su enigma
y teniendo que hacerse tenacidad
desdoblando las tierras en dos mitades.
Un hombre es un dibujo melancólico
que alguien trazó en su pensamiento
y unos labios de la nada inacabada
le dieron vida en una noche extraña.
Un hombre es, en fin,
un sueño extraviado en los recuerdos
y una espuma llena de enigmas
que dejan abierto el espacio lejano
para unirnos a su furtiva silueta.