Mandamos guiños a la vida, nos cuestionamos el futuro desde el ayer y desde el hoy, alabamos el presente como único y verdadero instante por vivir, nos declaramos partícipes de la conquistas diaria. Sabemos que hay momentos buenos y momentos malos. Es la vida por excelencia.
Pero debe haber algo más que tiempo en nuestras existencias. Debe haber sentimientos para recordar que fuímos pequeños y que pequeños seguimos siendo todavía. Debemos entender que la existencia supone un pilotar las naves de suestros sueños. Un sólo día, uno solo, tiene mucho más que tiempo; tiene algo más interesante. Tiene un afán de historia cotidiana. Un estar aquí cortejando a nuestras propias leyendas.
Sí. Somos algo más que tiempo. Somos leyendas. Líneas de vida que son posibilidades reales para soñar. Sin dudarlo, la vida es mucho más que un tiempo. ¿Ir hacia qué sitio?. Podemos decidirlo a veces y a veces nos vemos obligados a hacerlo en un sentido concreto, Pero es que la vida también es un misterio de planos superpuestos.
La vida es siempre un proyecto para ser interpretado desde cualquier punto de vista. El tiempo es sólo una medida de longitud de vida pero hay medidas de profundidad que solo pertenecen a nuestras almas.
Algo más. Algo más que tiempo son los resultados que obtenemos de nuestras existencias y que nos garantizan unos momentos que parecen inalcanzables… hasta que los alcanzamos. Somo a manera de escaladores del presente. No es complicado ser conscientes de ello. Sea como sea tenemos que plantearnos esa ascensión diaria sin reloj alguno.