La UNESCO ha declarado al año actual 2009 como Año Internacional de la Astronomía, al coincidir con el 400 aniversario del primer telescopio de Galileo Galilei y el 40 de la llegada del hombre a la Luna. Conocer el Universo, dicen los expertos, ayuda a saber más del ser humano.
En 1609 llegó hasta Italia la noticia de que con un telescopio holandés se había podido ver estrellas que no se observaban a simple vista. Galileo Galilei se enteró de ello y se puso a mejorar el invento: sus lentes no deformaban y además aumentaban los objetos.
En una demostración con aquel nuevo aparato, desde Venecia la localidad de Murano parecía estar a apenas 300 metros del Campanile de la plaza de San Marcos. En realidad, la distancia hasta la villa de Murano era de varios kilómetros.
El científico prefeccionó el instrumento y se adentró en el conocimiento de la Luna, el Sol, los planetas y algunas estrellas. Los avances se lograron gracias a sus cálculos, inventos y observaciones que revolucionaron el campo científico. Pese a todo, terminó pagando con su vida al desvelar que la Tierra giraba alrededor del Sol y no a la inversa.
A Galileo se le ha llamado desde entonces el padre de la astronomía moderna. Desde aquel experimento en el Campanile, 360 años después, en julio de 1969, el satélite terrestre también se veía mucho más cerca. Las imágenes de los astronautas estadounidenses caminando por la Luna recorrieron el planeta. El comandante Neil Armstrong y Edwin Aldrin abandonaron el Apolo durante 11 horas después del alunizaje para explorar durante dos horas y media la superficie de nuestro satélite.
(Artículo publicado en la Revista Perfiles)