Canta el gallo.
Se levanta el sol
entre olivos y barrancos.
El caminante
bebe agua de una fuente
y, al frente,
hay unos solares blancos.
Como muralla fuerte
un cerro alto
se alza en el horizonte.
Sobresalto
entre los conejos del monte.
Y más allá, al norte,
la veleta de un caposanto
se mueve como un resorte.
Me has transportado al campo y he visto nacer el día.
Un besote.