La famosa actriz italiana Sofía Loren, estuvo casada con Carlo Ponti (ya fallecido en 2007). Recientemente ella reconoció en sus memorias que él era su único amor: “He amado una sola vez y seguiré amando a ese solo hombre”. Aunque Carlo había tenido problemas con la ley por bígamo, teniendo que divorciarse de su primera esposa, y aparentemente su físico poco tenía que ver con la guapa y esbelta Sofía, parece que el amor se fortaleció entre ambos año tras año.

El famoso compositor Paul Simon ilustró en uno de sus últimos trabajos la historia de amor casi imposible entre una chica rica, tan rica que tenía diamantes en las suelas de sus zapatos, y un chico pobre, tan pobre que en sus bolsillos vacíos no había nada que perder.

Y aunque algunas historias parezcan imposibles, todos hemos aprendido alguna vez que el verdadero amor sobrepasa todas las fronteras y todas las dificultades. Cuando amas, las diferencias parecen no tener sentido, los problemas son sencilos de resolver, y hasta las situaciones más complicadas se tiñen de color a la luz de un sentimiento tan grande.

De ahí que tengamos tantos ejemplos a lo largo de la historia en los que el amor, aparentemente, fue capaz de vencer distancias de raza, de cultura, de país, de situación económica, de enfrentamientos familiares, de situaciones pasadas… y es que el amor, el verdadero amor, siempre está por encima de todo y no acepta condiciones.

¿Te has parado alguna vez a pensar lo que significa amar realmente?. Hace muchos años mi amigo Jaime Fernández Garrido, compuso una canción para una boda en la que quería expresar algunas de las cosas que tienen que ver con el verdadero amor…

“Amar es escuchar cuando tienes mucho que decir.
Amar es dar, sin esperar nada a cambio.
Amar es recordar siempre lo bueno, aunque sea muy poco.
Amar es cantar cuando la tristeza te roba el tiempo.
Amar es pedonar aunque nadie lo merezca.
Amar es soñar cuando alguien necesita tus sueños.
Amar es dar vida y aceptar la condición de quien amas”.

Si aprendemos a amar cada día, si nos ilusionamos en dar, escuchar, recordar, perdonar, aceptar y no tanto en lo que otros nos den, nos escuchen o nos acepten, estaremos aprendiendo un poco más de ese amor incondicional que no se hunde ante circunstancias adversas.