No quiero que te vayas…
Quiero que sigas alegrándome cada mañana,
quiero sentir que acaricias mi alma
con tu dulce voz como hasta ahora.
Quiero ser parte del aire que respiras
y cuando no sabes qué hacer,
llenarte de ese oxígeno del que tanto necesitas…

No quiero que te vayas…
Quiero formar parte de algunos de tus sueños
en el desgarro de tus pesadillas infernales…
Quiero sucumbir nuevamente al delirio de abrazarte
en mis noches de desvelos…

Quiero oír tus emociones, tus tristezas y alegrías…
ese palpitar que grite que no todo se ha perdido…

No quiero que te vayas…
Quiero sentir cada poro de mi piel abrirse en primavera
y en cualquier otra estación por el roce de tus dedos…
Quiero sentir el calor de tus labios en los míos,
transmitiendo llama pura que se aviva por contacto…
Quiero que llenes tu cuerpo de todo lo que te desborda,
sin mirar por un segundo el tiempo que marca el reloj…

No quiero que te vayas…
Quiero que abandones los fantasmas que te siguen,
que te rindas al deseo de tu cuerpo que te grita…
Quiero que lo sientas bañar de sentimientos
tanto como el mío reboza torrentes de pasión por ti…
Quiero llegar a la estación que nos espera
y aunque ni me veas estar allí…
No quiero ni ahora, ni nunca
que te vayas…