Esa flor que eres tu y que me haces soñar siempre y me haces inventar nuevas palabras que no existen en ningún idioma, ni en nigún lenguaje, ni en nigún dialecto existente o por existir… porque ¿será que los Académicos de las Lenguas Humanas, una vez sentados en sus poltronas se olvidan de soñar?.
Yo cierro los ojos. Pienso. Medito. Sueño… y un montón de nuevas palabras inventadas por mil pasan por delante de mi memoria. Hoy te quiero nombrar, mi amor, con una de esas nuevas palabras. No puede ser Miélago porque esa ya te la inventé hace tiempo. ¿Recuerdas?. Con ella te convertía en un cuerpo de miel al que daba infinitos bess.
Ahora no. Ahora tengo que inventarte otra palabra completamente nueva. Ciero los ojos. Pienso. Medito. Sueño.
!Ya está! Ya he atrapado una para tí!. !Te llamaré Artemila!. Porque eres las miles de artes que se conjugan dentro de mi corazón…
El amor nos hace inventar cosas tan bellas como tus palabras,
Besos.