Muy lentamente… La tarde desciende… El frio llega…
Esther tenia frío, la casa estaba fría. Allí arriba en el pueblo solitario.
La caldera se resistía, mis manos estaban frías. Esther con frío en el cuerpo se movia, como queriendo entrar en calor.
La caldera tiene un tubo que sale al exterior de la casa. Tiene su trabajo hacer que funcione.
La caldera se me resiste. Algo falla… ¡La falta de práctica!
De pronto sucede algo significativo, Esther acariciàndome la espalda me dice:
¡Es normal que te cueste encerder la caldera! ¡Tu signo es de Agua!. Yo quedé pensativo… Esther y yo nos estabamos conociendo.
Era cierto, mi signo es de Agua y tenia problemas para encerder la caldera….Interesante Parabola. Ella era una mujer… con “algo”.

Ambos salimos al exterior a contemplar las estrellas, aunque hiciese frío. Me atreví a preguntarle si queria intentar una relación de pareja… Nuestras manos se tomaron…
Poco después nos adentramos en la casa, y pudimos encender la caldera…
Nos ayudamos mutuamente, en estrecha colaboración.

Aquella noche reflexioné: “Muchos hombres viven bajo presión femenina, de manera muy sutil, acaramelada, donde se busca / encuentra humillar, competir,luchar, y esas cosas. A la mayoria de los hombres no se les permite ser hombres, y por la Ley del Puzzle la mujer tiene problemas para ser mujer.
Ambos, tanto individualmente como en pareja, vivien representando lo que no son. Y esa pauta se vuelve…. crónica y cotidiana. Muchas relaciones de pareja bajo este juego se vuelven destructivas y dañinas.

En Esther veia Naturalidad, Espontaneidad y un Hermoso lado Femenino.
Ella era simplemente Ella.Y yo posiblemente su Alumno.