Así se llama una tienda de bisutería y complementos situada en la Calle Mayor de la población murciana de Molina de Segura y que tiene, como logotipo, la cabeza de un caballo riendo a mandíbula batiente y mostrando toda su dentadura mientras asoma el cuello por el ojo de una cerradura. !Qué felizote se le ve al caballo!. Dan ganas de entrar riendo y comprar cualquier objeto de la tienda. !Una pulsera!. !Un bolso!. !Qué sé yo!. !Quizás un pintalabios de mujer por ejemplo!.
Dice el refrán completo que “A caballo regalado no le mires el diente” que, trasladado de lo simbólico a lo concreto, significa que se recomienda admitir sin ningún reparo e inconveniente las cosas regaladas o que no cuestan nada, aunque tangan algún defecto o falta (por cierto, a la dentadura del caballo de este logotipo le falta todo un diente).
Siempre un regalo es bienvenido.