Me ahogo.
Siento que me ahogo.
Estoy atrapada en un corazón anegado de penas,
y no tengo un madero al que aferrarme…
No debería llorar,mis lágrimas aumentan el volumen de mis penas…
con cada lágrima siento que me ahogo un poco más…
Pero no puedo,no puedo,no,no…
Debo llorar,debo eliminar la tristeza de mi cabeza…
¿pero a qué precio?
Quiero llorar…debo llorar…mi espíritu me pide libertad…
¿pero debo a cambio anegar mi corazón y ahogarme para siempre?
¿debo inundar mi corazón y sus deseos a cambio de libertad de espíritu?
¿a qué precio me sale la libertad?
¿a quién debo hacer caso a la razón…o al corazón?
No pagues nunca un precio desorbitado. Yo creo que hay que condicionar el corazón a la razón y condicionar la razón añ corazón. O sea buscar un equilibrio donde el soñar no te haga perder lçde vista las realidades. Los tiempos a veces son alegres y a veces son trsites. Tu reflexión me hace pensar. Llorar desahoga pero después hay que caminar. Quizás la libertad de espíritu consista en dejarse guiar por tus propios instintos. Y ante todo debemos ser capaces de expulsar el dolor mediante las lágrimas. Siempre hay una salida del llanto que es una apertura a la plenitud. Nunca ahogarse para siempre. Siempre descansar en la playa de la orientación y la tranquilidad. Un beso, compañera. Yo me siento aliviado también con las lágrimas.