Se impone dejar claro que nada es más homókoro que prejuzgar, alimentar el miedo, imponerse por la ley de la violencia, prejuiciar por el color de la piel o por el acento cantarín…Y además, incluye las mentiras dichas con corbata, con carpeta de cuero, con cierto aire de conquistador de una isla habitada por monitos…y señalar con el dedo que sólo “Su razón y su verdad” son las verdaderas…
Gloria, en su victorioso afán de luchar contra la mentira, nos diría…(sé que el pareado es feo, pero, bueno…me ha salido así):
Lo sabíais todo y no sabíais nada.
Jugar a ser señores de la guerra
sacando punta al lapicero con el
dinero y sacapuntas de oro.
Mi loro lo repetía sin cesar.
se van a equivocar por que les da la gana.
Y ya es..
una, dos y tres el mundo al revés.
se mintió por que sí,
y quedó así.
Escondido el viajero de las Azores,
le salieron coliflores en los tiestos abandonados…
¡Se confiesan sus pecados!
porque tienen confesores…
¡Cosas de mentirosos!