Mi amor de buques y lunas
Tu marinera ejemplar,
ayer decidió aliviar
con agüita de azahar
este dolor que no cesa
Y con el agua de azahar
que me regala tu madre
siempre que voy para allá,
ayer….amor de mi vida,
la decidí visitar.
Ayer la volví a besar!
Y la besaron tus hijas
“yaya”…que guapa estás!!
Ayer juntas recordamos
cada rincón de tu Cádiz,
y bendecimos mil veces
los aromas, y lugares.
Volví a ser tu sirena
y mordió mi corazón,de nuevo,
tu piel oscura.
Ay! mi ñiño ayer no quise
oir tu prisa, ni tu marcha y agonía
Necesitaba sentir que “tu cuarteto” vivía
Nuestro cuarteto de risas, de chupetes y colores
nuestro cuarteto de amor, papillas y biberones
ni tu marcha, ni tu prisa por morir,
perdona amor mio pero no la quise oir
Lo importante de este poema es lo que deja sin decir. ¿Puedo añadirle algo aunque esté bien de verdad? Me limitaré a un cuarteto como bien aconsejas.
Ayer debajo de la luna
me escondí por no ser observado;
llegó alguien con hambruna
y me marché de tu lado”
Jejeje… ¿qué te ha parecido?. Un abrazo cordial y amistoso.
Cruel me pareció prenda, cruel.
Jajajajaja, Marian… lo curioso de todo es que también fue verdad.
No es necesario preocuparse demasiado por estas cosas… que resulta que también somos bastantes los hombres verdaderos que no sólo podemos llorar por granaínas sino que alguna vez hemos llorado por malagueñas. Me caes muy bien, Marian… pero que no se entere Morado no vaya a decir que sigo estando mal de la mente por decir lo de haber llorado por malagueñas. Buen día, compañera y amiga.
La estima es mutua Diesel
Personalmente a mí “morado” o “anaranjado” me la “repanpinfla”, como decimos por aquí.
No me van los “malos rollos” en absoluto.
Ignorar dá muy buenos resultados.
Abrazo