Es hora de dormir, bueno… es mí hora de dormir, las 2:45am ó 3:00am, qué importancia tiene ahora. Un miedo a la hora de dormir me ha estado acechando y hoy estoy en un lugar donde creo que no debo estar.
Es extraño, ¡muy extraño!, el viento sopla y hace revolotear unas hojas secas sobre el techo, los árboles crujen y un frío sube por mi espina dorsal. ¡Abro los ojos!, me aferro a mis cobijas. Sé que estoy en mi cama, lo sé muy bien. Sé que no es un sueño, ¡lo sé muy bien!.
Miro a mi alrededor y mi cuarto parece más oscuro de lo normal, parece más profundo… más ancho, ¡es inmenso!, no logro ver nada. Por un momento siento que no estoy solo, que alguien me está observando y de nuevo una corriente de frío escala mi espalda, toda mi piel se estremece, ésta vez me rasco los ojos y hago otro esfuerzo por ver más allá pero es inútil. Siento como si estuviera en un lugar donde no debo estar.
La soledad que siento, al igual que la oscuridad es monumental, me parece que debajo de mi cama existe un universo infinito y desconozco lo que hay encima. ¡No puedo más!… cierro los ojos y acudo al Único que puede ayudarme. Oro, oro pero aún así me siento acompañado por alguien, oro en voz alta y el escalofrío es más fuerte y más fuerte agarro mis cobijas, es como si no existiesen y no me pudieran cubrir. Sin saber por qué, siento que mis plegarias no son escuchadas, pido fuerza pero me siento débil y cobarde. ¡¡Hay algo en la oscuridad!!… ¡¿Estaré durmiendo con el Diablo acaso?!… ¡Me están observando! No saco mis manos de la cama por temor a comprobar que no hay paredes… medito un poco, es absurdo, ¡pero lo siento!… me armo de valor y en voz alta reto a quien sea que allí esté… ¡Sé que estoy en mi cama!. Es como si estuviese solo en medio del océano, con nada a miles de km. a la redonda, ni encima, ni debajo. Siento que Dios me ha olvidado. La soledad es gigante y me siento presa de alguien.
¡Hay alguien mirándome desde mi escritorio!. Respiro, tomo fuerzas de dónde no hay… ¡Saco la mano y enciendo la luz! ¡Me siento sobre mi cama y abro los ojos!….
Un comentario sobre “Algo en la oscuridad”
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Que tus madrugadas tomen otro color pronto.., un abrazo